LOS DERECHOS HUMANOS COMO EXPRESIÓN DE LA DIGNIDAD HUMANA

LOS DERECHOS HUMANOS COMO EXPRESIÓN
DE LA DIGNIDAD HUMANA

               
                                        MÉTODO HISTÓRICO-DOCTRINAL

Resultado de imagen para dignidad humanaEntender el pensamiento, la actitud y la praxis de la Iglesia en materia de derechos humanos requiere un estudio del tema. Los derechos humanos, tal como se van concretando, con muchos altibajos, dificultades y equivocaciones, están en las fuentes del pensamiento cristiano.

Desde León XIII hasta Juan Pablo II es lenta y difícil la recuperación de la tradición y de una nueva visión, por parte de la Iglesia, en el problema de las libertades públicas y de los derechos humanos.

Todo derecho es humano, porque sólo el hombre es titular de derecho en sentido estricto, antiguamente se hablaba de derechos naturales como aparece en las Declaraciones Americana y Francesa, en cuanto fundados en la naturaleza o, según la escolástica, en el derecho natural y no entendidos únicamente en su formulación positiva y canónica.

El Antiguo y Nuevo Testamento ofrecen criterios sobre la persona en su relación con la sociedad y con el poder político. Trasmiten una visión religiosa en la que está presente el poder político.  Ese "humus" bíblico y cristiano se encarnará lentamente en la historia social, según se van entendiendo y asumiendo las vivencias cristianas con mayor o menor intensidad.

Los derechos humanos para la Iglesia son el resultado de una simbiosis entre experiencia y teoría bastante precisas, con declaraciones de derechos humanos y su defensa, más conectados con teólogos, juristas, misioneros y evangelizadores, que con el Magisterio del Papa.

Desde León XIII hasta ahí la postura de la Iglesia se decanta y articula dentro de su propia concepción sobre el hombre, la sociedad y el significado y funciones del poder político.
El Evangelio es un mensaje de libertad y una fuerza de liberación que lleva a cumplimiento la esperanza de Israel, fundada en la palabra de los profetas.

El sentido de democracia radical faculta para ejercer el derecho de resistencia hasta el tiranicidio. El bien común de la sociedad justifica, por otra parte, la intervención del Estado en la sociedad y en la regulación de la vida económica.

La Revolución Americana, con sus Declaraciones y la Revolución Francesa con su Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, posteriormente enmendadas, tienen inspiración española y cristiana. La Iglesia no reaccionó en este caso de forma no totalmente adecuada. 

La inserción del espíritu cristiano como raíz de los derechos humanos, llamados "libertades sociales y civiles", y la recuperación de su dimensión religiosa, es lenta y difícil durante las SS. XIX y XX. Ayudan a ello el catolicismo liberal que buscaba las libertades civiles y el catolicismo social que se oponía a los abusos del capitalismo y defendía el proletariado y sus derechos de vida.

ALGUNOS DERECHOS HUMANOS
 MÁS IMPORTANTES.

  • ·        El derecho a la vida: Para la Biblia la vida es un don de Dios. Tiene un valor divino porque de Él participa, con indepen­dencia de sus cualidades y de su utilidad social, en todas sus formas, no solo biológi­ca y en todas las dimensiones del hombre.


  • ·       El derecho a la libertad religiosa: Se trata de la libertad de conciencia y por tanto de religión para dar culto a Dios y practicar la fe.

  • ·       El derecho a la participación en la vida social: Implica la necesidad de la educación en la participación cívica y política. Su carencia es una forma de pobreza. No se puede dar sin el derecho de asociación, para formar, entre otras, sindicatos y asociaciones intermedias.

  • ·       El derecho a la participación económica con el derecho de iniciativa económica (SRS. CA.) para todos los miembros de la comunidad política, por la función social misma de la propiedad individual y colectiva.

  • ·       El derecho de los pueblos a salir de la miseria: Ante la realidad del problema Norte-Sur. Frente a la dependencia está  la solidaridad y la exigencia de creación de nuevas solidaridades.

El derecho natural y el derecho de la persona marcan el orden moral que es interior y tiene propiedades universales, inviolables e individuales con tres aspectos: el orden objetivo, el conocimiento natural como fuerza moral y su obligatoriedad y vigor jurídico. El fundamento último de todo ello está en Dios.
Los derechos fundamentales de la persona humana en sí misma: a la vida y medios necesarios; a la vida del espíritu (libertad de conciencia); a la libertad de pensamiento e investigación y a la educación y a la cultura.
También tiene la persona derechos como ser familiar, la persona tiene derechos en cuanto ser trabajador, a una distribución de bienes, a la propiedad y a la participación en la vida económica.

José Isaías Yate Oyola

III de Filosofía

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